ALGUNAS DE LAS RUTAS MÁS BELLAS DEL PARQUE

NATURAL DE CAZORLA, SEGURA Y LAS VILLAS
POR LAS SIERRAS DE CAZORLA

 

El contenido de esta página es parte del texto de un pequeño

  libro titulado: "Las rutas más bellas por la Sierra de Cazorla".  Si

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Ruta 29: Al Valle  del Sinclinal por la Escaleruela.

Ruta 30: Puente de las Herrerías  Vadillo.

Ruta 31: Macizo del Cabañas.

Ruta 32: Arroyo de Valdecuevas.     

Ruta 33: Laguna de Valdeazores.

Ruta 34: Río Borosa,  Cerrada de Elías.

35- Linarejos, Puerto del Calvario.

36- Puerto de Las Palomas, Puente del Hacha.

37- Navas del Espino, Arroyo de los Tornillos.

38- Vado de Las Carretas, río Guadalentín.

39- Barranco de la Presilla, Cañada de las Fuentes.

40- Los Rasos, Picón del Rey, Puerto del Tejo.

41- Barranco de la Vacarizuela, Juanfría, Aguilón del Loco.

42- Puerto Lorente, Aguilón del Loco por el Prao la Nava.

 43- Puerto Lorente, El Chorro por la Raya de Peñaflores.

Las Fuentes del Guadalquivir.

44- Casa forestal de Prado Redondo, Parador.

45- Riogazas, puerto y cumbre del Gilillo.

46- La Iruela, Puerto de las Arenas, Fuente del Oso.

47- Puente de las Herrerías, Arroyo de los Tornillos.

48 - Cantalar, Hoyos de Muñoz.

49- Los Rasos, Navahondona.

50- Pino de Las Cruces, Valle de Gualay.

51- Cerrillo la Vieja puerto del Gilillo.

52- Las Chozuelas, Puerto Llano, Cabañas.

53- Collado Zamora, Barranco del Garbanzal.

54- Puerto de Tíscar, Puerto Lorente.

Algunos nombres de los sitios.

         

Mientras sube sueña

que sobre la cumbre

se hará estrella

y por fin ya se irá

a la belleza.

           RUTA - 29: AL VALLE  DEL SINCLINAL  

           POR LA ESCALERUELA Y FUENTE DEL TEJO

           Duración aproximada: 4 horas.

           Dificultad                  : Media-alta.

           Solo andando. Zona restringida.
 

     El camino

     Esta ruta discurre por una  muy complicada ladera que tiene un  desnivel bastante fuerte. Es muy bella pero requiere una cierta fuerza y experiencia de montaña. Se sube desde el pueblo de la Iruela por la carretera que remonta hasta la ermita de Cazorla. No se llega a la ermita sino que se continúa hasta el puente sobre el río que se despeña por la Escaleruela. Aquí mismo y por el lado de arriba antes de cruzar el río arranca la vieja senda. Se va perdiendo cada vez más pero buscándola con cuidado se descubre. Es una vieja vereda que en tiempos lejanos usaban los serranos para venir hasta el pueblo de Cazorla y la Iruela acortando terreno. La que va por Prado Redondo es más larga.

 

           Justo por la ladera que chorrea desde la Peña de los Halcones asciende la vieja senda. En algunos tramos se presenta por completo rota. Los desprendimientos y las corrientes de agua la han dejado casi irreconocible en bastantes tramos. Pero yendo con cuidado se va descubriendo que la vereda va buscando el mejor terreno para remontar. Y remonta justo por debajo de la Fuente del Tejo. Lo hace todavía algo retirado pero aquí en lo alto ya se descubren las veredas de los animales. Siguiéndolas ahora en la dirección de pico Gilillo se llega a la preciosa fuente del Tejo. Un copioso manantial que brota en la misma pared rocosa y se despeña por la caída de la Escaleruela.

 

           Desde este punto solo hay que seguir las veredas de los animales o el surco del arroyo que se derrama en la misma Escaleruela. Todavía se tarda un buen rato en remontar hasta las rocas del Sinclinal que son grandiosas atalayas al comienzo y centro del recogido valle. Una vez aquí el alma casi se llena con solo quedarse, contemplar y meditar. Pero se puede remontar y sobre la cumbre enganchar con la vereda que viene desde el Puerto del Guillo, por la derecha y desde el Puerto del Tejo, por la izquierda.   

 

           El paisaje

           Sencillamente espectacular. Antes de coger la vereda por nuestra derecha y en lo hondo, nos recrea el bonito pueblo de Cazorla aplastado y señorial. Según remontamos por la ladera de la grandiosa Peña de los Halcones nos asombra tanto la robusta figura de esta peña como el escarpado surco que el río ha tallado en las rocas por donde se despeña. Ya en lo alto nos confortarán las frescas aguas de la Fuente del Tejo y luego la sencilla tranquilidad y silencio que regala el recogido valle del Sinclinal. Si tenemos la suerte de hacer esta ruta con alguna nieve sobre  las cumbres será para nosotros un verdadero recreo. Un premio que nos llenará de honda satisfacción.

 

           De interés.

           Encontraremos agua en la Fuente del Tejo aun en verano y puede que también por donde el valle del Sinclinal. Si ascendemos con cuidado con toda seguridad que veremos cabras monteses, ciervos y gamos. También jabalíes, buitres y perdices. Una parada obligada está en el surco por donde empieza a despeñarse el arroyo que dará lugar a la grandiosa cascada llamada de la Escaleruela. 

     

Por el otoño y las nieblas

camina en la tarde en silencio

tras la belleza.

La fina lluvia resbala

por las piedras.

           RUTA - 30: PUENTE DE LAS HERRERÍAS, VADILLO   POR EL BARRANCO DE LA MESA.  (Abuelo de Cazorla)

           Duración aproximada: 2 horas.

           Dificultad                  : Baja.

           Solo andando o en bicicleta.
 

    El “Abuelo de Cazorla” fue un gran pino que hace unos años se secó. Era de la especie de los laricios y crecía sobre un pequeño cerrillo enfrentado a los calares de la Mesa. Vino un  invierno muy escaso de agua y  un verano muy caluroso y el viejo pino se secó. Bajo su sombra yo he sesteado muchos días y por sus alrededores he cogido muchos “guíscanos”. Era un grandioso ejemplar que ya dejó de existir para siempre pero en mi memoria, como tantas otras cosas en estas sierras, sigue vivo. Sean estos renglones mi pequeño homenaje.

 

            Desde el  Puente de las Herrerías, sale una pista forestal, que no es tal sino jorro, que tuerce a la izquierda. Sube por la ladera ganando altura,  pasa por debajo de los farallones rocosos de la Le Mesa, recorre todo el barranco del arroyo de la Mesa, atraviesa el arroyo de la Sarga, viene a salir justo al pino que en estas sierras llaman El Abuelo de Cazorla, sigue y en una curva más arriba se junta con la pista forestal que viene desde Vadillo a la Nava de San Pedro. Este pino se secó hace unos años.  Desde aquí bajamos, pasamos por la casa forestal de Los Collados y venimos a salir justo al puente que cruza el Guadalquivir por la Cerrada de Utrero.

 

           El paisaje.

           Por ser esta ruta un recorrido corto, no atraviesa por grandes rincones de paisajes variados; pero desde luego, el recorrido por donde discurre, no puede ser más hermoso. Ya en su comienzo  los bosques de pinos se espesan y nos acompañan hasta el final. Por el barranco del arroyo de la Mesa, encontramos grandes  ejemplares de robles centenarios. Por aquí se conserva bien la vegetación original de estas sierras Llegando al Abuelo, loma por donde vivió, los pinares aún son más espesos; aparecen grandes troncos de pinos laricios mezclados con pinos pinaster. Las vistas panorámicas que desde estos rincones se observan son de las más hermosas. Todo el barranco del arroyo de la Mesa, la gran cuerda del Gilillo, los paredones de los Poyos de la Mesa y el gran barranco por donde baja el Guadalquivir.

 

           De interés.

           Agua podemos coger en el Puente de las Herrerías, en un bello manantial que brota por las partes bajas de las paredes rocosas y ya bajando, cerca de la casa forestal   Los  Collados en una fuente que existe junto a la carretera. En los últimos años la he visto seca. En otoño, por estos pinares, se dan, en abundancia, los famosos guíscanos que, además, por aquí son muy grandes y exquisitos.

 

RUTA - 31: MACIZO DEL CABAÑAS

Duración aproximada: 8 hora.

Dificultad                  : Media.

Solo andando. Zona restringida.

     
   
Es una ruta sin camino concreto pero para conocer los grandiosos paisajes de este macizo del Cabañas hay que hacerla. No existe ninguna otra posibilidad para recorrer las cumbres de este grandioso macizo. Así que esta ruta no discurre por veredas ni pistas forestales aunque en algunos puntos sí enganche con algún tramo de vereda o carril forestal.
 

En la hondura de la  sierra

y por donde solo hay silencios

y praderas,

el alma se le va quedando

mientras reza.

   En Puerto Llano, la altiplanicie que hay en las cumbres de macizo del Cabañas, dejamos el coche. Esta ruta comienza sin camino ni senda. Justo al llegar la pista a lo alto de Puerto Llano, a la izquierda, empieza a fraguarse una pequeña hondonada. Es aquí donde nace el gran arroyo de los Tornillos de Gualay. Por la cuenca de este regajo incipiente baja la ruta. Al principio hay algunas pistas forestales que se van yendo a media altura por la falda de la cordillera. Nosotros seguimos siempre el cauce del arroyo que va cayendo hacia el barranco al tiempo que se ensancha y su caudal aumenta.

     
Ya casi en lo hondo, a unos cinco kilómetros de nuestro comienzo, encontramos un valle. Es el valle de Gualay.  Una pista  atraviesa por el cauce por un pequeño puente de piedra. La seguimos hacia la derecha y nos despegamos del arroyo. Subimos un poco en unas curvas repentinas e inclinadas y caminamos hasta lo alto de un pequeño collado por la parte baja del Calar de Juana. Aquí, en este puerto, hay otro acotadero y la pista desaparece. Sigue una senda que antes de llegar al gran puerto de la cordillera, se divide dos veces hacia el barranco por donde se ve al Prado de los Perrillos. Nosotros seguimos siempre la de la derecha que va subiendo hasta atravesar la cordillera. Al llegar aquí, la senda descuelga ahora hacia la vertiente del Guadalentín y va a parar a una casa forestal abandonada y en ruinas.  En este punto nos quedamos sin senda. Si queremos continuar la ruta y coronar con éxito el circuito que rodea el macizo del Cabañas, hemos de seguir campos a través a media ladera hacia el Torcal de Linarejos. ¡Cuidado que por aquí las distancias son largas y el terreno con el monte, bastante difícil!

 

           Por la cabecera de arroyo Frío encontraremos los restos de una vieja pista forestal y un manantial que corre incluso en los veranos más secos. Algo más adelante la pista sube y nosotros hemos de dejarla para otra vez ir a buscar una pequeña senda que bordea el circo del barranco por donde nace el arroyo de Guazalamanco. Atravesando  este circo, subimos una empinada ladera y venimos a salir a una preciosa llanura. Desde este punto, por una senda bastante visible, subimos al pequeño puerto del Cabañas y una vez coronado, descendemos por la senda hacia la llanura de Puerto Llano donde tenemos el coche.

 

           El paisaje.

           Por discurrir esta ruta por una de las zonas más altas de todo el Parque, a lo largo de toda ella, atravesamos paisajes cargados de vegetación y flora muy especial. Gran bosque de pinos laricios a lo largo de todo el barranco y la ladera del arroyo de Los Tornillos, hermosos rodales de narcisos gigantes, ejemplares del arbusto Tilotrico de Cazorla y la Aguileña de Cazorla, grandes cascajales de rocas calizas  por el Calar de Juana y bellos paisajes de alta montaña por Puerto Pinillo. También por este último lugar se da el bello Convólvulus nitidus y la Bella dona llamado Tabaco Gordo y varias especies de Crocus. La hermosa cerrada del arroyo de los Tornillos y las escarpadas laderas de la cordillera del Cabañas, hacen de esta ruta una de las más interesantes y bonita.

 

           De interés.

           Agua hay a lo largo de todo el recorrido sobre todo si lo hacemos en primavera; en verano escasea más aunque brotan varios manantiales tanto en la ladera norte como en la ladera sur. En invierno toda esta zona, es una de las sierras que acumula más nieve. Recorriendo esta ruta será difícil que nos encontremos con seres humanos a no ser algún guarda, motivo por el cual hemos procurar no tener ningún tipo de accidente que necesite de médico o algo parecido. Por toda esta zona se dan grandes monadas de monteses, muflones y gamos.    

RUTA - 32: ARROYO DE VALDECUEVAS,  

PUENTE DE GUADAHORNILLO            

Duración aproximada: 5 horas.

Dificultad                  : Baja.

Solo andando. Zona restringida.
 

 

 El coche hay que dejarlo al pasar la casa forestal de la Nava de San Pedro,  junto al puente del arroyo. Esta es una ruta para hacer a pie o acompañados por algunos de los guías que organizan excursiones por zonas restringidas. En varios trozos de ella existe una buena pista forestal pero está cortada con cadenas por la dirección de este Parque. Por lo tanto, desde el puente donde dejamos el coche hemos de comenzar nuestra ruta andando. La pista sigue todo el cauce, arroyo arriba y a unos dos kilómetros hay un puente donde se divide en dos. Seguimos la de la izquierda, la que se va por la derecha

Las chicharras le saludan

el sol le quema

el silencio le estruja

contra la hiedra

de hojas de espuma.

lleva al arroyo de Valdetrillo que también va a la cumbre del Calarilla. A cuatro kilómetros siguiendo el arroyo de Valdecuevas, la pista se corta. Sigue una senda casi perdida junto al cauce; tenemos que irnos por aquí y a unos siete kilómetros, casi de repente, nos encontramos que hemos coronado a lo más alto de la cordillera por el  Puente de Guadahornillo. Si seguimos a la derecha a un kilómetro nos sale al encuentro una gran llanura, Nava de la Correhuela, junto a la cumbre del pico Calarilla con 1736 m.


           El regreso se hace siguiendo la pista forestal que viene a media cumbre y sale a la Loma del Riscal del Madrigal. En este lugar podemos seguir loma adelante hasta lo más alto del pico Cabeza del Tejo con 1600 m. Regresamos luego un poco y bajamos al arroyo de la Garganta para salir a la pista forestal que sube desde Vadillo pasando por Navas de S. Pedro y volvemos a coger el coche en el  punto en que lo dejamos al comenzar la ruta.

 

           El paisaje.

           Desde el  comienzo de la ruta los paisajes nos sorprenden con su belleza. Junto al cauce del arroyo, pequeñas praderas pobladas de zarzas pinos y robles nos van acompañando mientras subimos suavemente. Cerca del kilómetro tres esta llanura se ensancha y remansa dando lugar a un rincón de excepcional belleza. Al fondo  según vamos subiendo a un lado y otro se alzan enormes picos rocosos brotando de entre los bosques de pinos. Es fácil descubrir trabados en las mismas rocas y colgados de ellas, gruesos pinos retorcidos, hostigados por el viento y las lluvias pero verdes y frescos. Ya casi al final del arroyo, antes de coronar las cumbres, los paredones rocosos se agigantan cerrándose hacia el barranco y abriendo sus entrañas para que las cuevas y repisas se instalen en ellos.

 

           Al coronar la cumbre, si hemos subido justo por el cauce del arroyo de Valdecuevas, de repente, nos sobrecoge el espectáculo que se abre a nuestros ojos. En primer plano la originalidad del famoso Puente de Guadahornillo, el  Barranco de Las Iglesias en lo hondo con una amplia vista de todo el impresionante barranco de Roblehondo, los paredones rocosos del Calarilla a la derecha y más lejos la agreste cordillera de Las Banderillas; más al fondo aún está el Valle del Guadalquivir, el río Borosa y al frente ya casi perdido en la lejanía la otra cordillera gemela a la que nosotros pisamos y que también corre paralela al Guadalquivir; es la cordillera del Blanquillo, Pedro Miguel,  en la sierra de Las Cuatro Villas.

 

           Seguramente que desde este rincón no te cansarás de observar los paisajes que ante tus ojos tienes. Es un espectáculo grandioso como pocos en estas sierras. Siguiendo la pista que hemos encontrado sobre esta cordillera, a un kilómetro está la que yo llamo Nava de Las Mariposas con un hermoso y grueso ejemplar de pino laricio al final de su llanura. Desde las cumbres de Cabeza del Tejo si subimos y no es muy difícil, de nuevo tendremos la ocasión de  contemplar sobrecogedores panoramas pero ahora hacia las sierras de Alto de la Cabrilla.

 

           De interés.

           El arroyo de Valdecuevas  lleva agua todo el año incluso en los veranos más secos. El nacimiento de esto cauce, está casi en la misma cumbre. Por todos estos paisajes abunda  el gamo, y cabras montés. El Puente de Guadahornillos en realidad no es puente verdadero aunque sí lo es. Sobre una cuerda montañosa nacen dos buenos arroyos. El de Roblehondo y del  Valdecuevas. Justo en lo más alto de esta cuerda se forma como un puente natural para ir de un lado a otro de la cuerda. Es un estrecho del terreno sobre un paisajes rocoso y claro que parece un puente aunque no artificial ni sobre las aguas de un cauce.

 

En la mañana de abril,

ya el campo verde

y teñido de mil

flores celestes,

se le vio subir.
 

           RUTA  33: LAGUNA DE VALDEAZORES.  

           Duración aproximada: 3 horas.

           Dificultad                  : Media.

           Solo andando. Zona restringida.
 

          El Tramo de la zona restringida es de unos doce kilómetros. En Collado Bermejo hay que dejar el coche. Es aquí donde comienza esta ruta. Una pista forestal desciende cañada bajo junto a pequeños arroyuelos que poco a poco irán formando el río Valdeazores. A unos dos kilómetros del comienzo, el agua desaparece quedando el cauce seco. Algo más abajo el caudal vuelve a salir justo en un rincón casi por completo desconocido por muchos de los que se aventura a recorrer esta ruta. Es el nacimiento del río Valdeazores según mi propia opinión. Se le conoce a este rincón por la Fuente de la Reina. Por aquí podemos detener la marcha y contemplar sin prisa todo el encanto de los paisajes y silencios que rodean al manantial. Es muy hermoso todo el rincón. 

 

           La laguna ya está un poco más abajo; nos sorprende de pronto aplastada entre unos árboles con el azul intenso de sus aguas y la silueta pausada de una pequeña bandada de patos silvestres que aún viven por aquí. Si nos paramos en algunas de sus orillas y en silencio y sin prisa nos quedamos por aquí, nos llenaremos del verdadero encanto de esta laguna: PAZ DE BOSQUES LIMPIOS CON MURMULLO DE AGUAS Y ALGÚN CANTO DE PAJARILLOS. Luego, pasado ya el tiempo, hay que recorrerla también sin prisa, por los arroyuelos que la circunda, las sendillas  y la sombra de los pinos. La ruta sigue por el  camino junto al río hacia el embalse de La Feda. Pasado el muro de este pantano a la derecha está el arroyo del Infierno; siguiendo la sendilla que sube por él se llega al Nacimiento de Aguas Negras; un caudaloso manantial que brota por entre las rocas y que procede de las nieves que en invierno se derraman sobre las cumbres de La Sierra de la Cabrilla y Los Campos de Hernán Pelea.

 

           Desde el  muro del pantano sale un canalillo que baja a la central eléctrica por debajo de Salto de Los Órganos. Podemos seguir por aquí y después de atravesar los túneles llegar hasta el Salto de Los Órganos, a la central atrás mencionada y siguiendo  la pista que baja por el cauce  vendremos a salir a la piscifactoría al final del río Borosa. Pero si hemos dejado el coche en el Collado Bermejo es aquí a donde tenemos que volver siguiendo la misma ruta que hemos llevado al bajar. Gozaremos de paisajes y silencios distintos a los que hemos experimentado  bajando.

 

           Quiero decir que la Laguna de Valdeazores no es tal. En tiempos lejanos se formaba por aquí un bonito remanso natural.  Un día a este remanso le hicieron un muro de cemento y las aguas fueron más. La primitiva laguna quedó convertida en casi un embalse de juguete pero con algo más de encanto si se mira así. Se le siguió llamando laguna y también al segundo embalse  por debajo del nacimiento de Aguas Negras. No quiero quitarle magia al rincón porque en realidad es de una belleza excepcional pero lo que sé lo digo.

 

Río blanco de las cumbres

que cristalino derramas

sueños teñidos de azules

eres consuelo del alma

que busca luz en las nubes.

         RUTA 34: RÍO BOROSA,  CERRADA DE ELÍAS,  

      ROBLEHONDO O LAGUNA DE VALDEAZORES.

      Duración aproximada: 6 horas.

     Dificultad                  : Media.

    Solo andando. Nota: en otro apartado se describe muy

    ampliamente y con todo los detalles. Zona restringida.
 

     Esta es la ruta más conocida y andada por las personas que visitan este gran Parque Natural. Muy hermosa y profundamente emocionante por el atractivo del río que en todo momento  va haciendo compañía y la belleza de las cumbres que sobre el horizonte  saludan. Pero empieza a ser tan visitada que quizá por esto pierde ya un poco de la belleza de aquellos tiempos de atrás. La fauna y flora de este bellísimo río ha sido muy alterada.

 

           Desde la piscifactoría hasta la casa de máquina de la central eléctrica hay una pista forestal de tierra que puede hacerse con el coche o a pie. Desde hace algún tiempo este camino está cortado para los coches con una cadena. Se puede visitar acompañado de algunos de los guías que tiene autorización para acceder a las zonas restringida. De no ser así,  La Cerrada de Elías y el resto del recorrido hasta el Salto de los Órganos y las Lagunas de Valdeazores, hay que hacerla a pie y también desde la casa de máquina hasta el Salto de Los Órganos, el pantano y la laguna hay que recorrerlo siguiendo una senda que en invierno está cortada por el hielo y los desprendimientos de tierra. El camino que atraviesa Roblehondo es también pista forestal que puede hacerse en coche pero sólo con permisos muy especiales.

 

           El paisaje.

           En la misma piscifactoría el camino comienza siguiendo el curso del río rozando las mismas aguas. A un lado y otro se alzan los picos llenos de pinos, robles y madroñeras sobre barreras de rocas dispuestas en una especial complejidad tectónica. Son frecuentes los desbocamientos, pliegues acostados, escalones estratigráficos y una orografía escarpada que nos acompaña hasta el final de la ruta. Por la Cerrada de Elías, El Salto de Los Órganos y luego el pantano y la laguna los picos rocosos parecen centinelas clavados en las cumbres y los barrancos. Por la zona del Salto de Los Órganos hay grandes cuevas formadas por la cal del agua de la cascada y la corriente del río.

 

           El camino que va por Roblehondo ya desde el comienzo aparece rodeado de espesos y viejos bosques de pinos. Cerca de la casa forestal de La Fresnedilla, los dos brazos del arroyo de Las Truchas, con sus barrancos y grandes picos, llenan de encanto el paisaje. Por aquí hasta mucho más arriba de la casa de Roblehondo, el bosque se espesa y los robles cubren todas las laderas y barrancos. Muchos de estos árboles son tan viejos que se les pueden ver fácilmente caídos y medio podridos entre el bosque o junto al cauce del arroyo.

                                                                               

           Rincones bellos.

           Toda la ruta; los arroyuelos antes del Puerto del Calvario, los que hay después de Roblehondo, los picos rocosos de la Cordillera del Calarilla y Banderillas, la Cerrada de Elías, el Salto de Los Órganos y el gran barranco por donde corre este río. La subida al grandioso picón del Haza es especialmente emocionante. Lo es también el collado de este pico y las ruinas del cortijo del Haza.

 

           En realidad este picón del Haza, el collado y las ruinas del cortijo ya es suficiente para una buena ruta. Se necesita unas pocas horas para recorrer estos lugares que por lo demás hasta me atrevo a decir que son de una belleza superior al rincón del embalse y la laguna. Por donde el picón del Haza y el cortijo, con las cumbres que coronan hacia el Tranco del Perro y las Banderillas, los paisajes nos regalan las más singulares bellezas. Sobre todo grandiosos balcones para gozar de las más bonitas panorámicas de este Parque Natural.  

 

           De interés.

           Por esta ruta no existe ningún establecimiento donde comprar nada sólo junto a la piscifactoría o en la Torre del Vinagre. Hay dos casa forestales por la zona de Roblehondo y agua para beber en cantidad a lo largo de todo el recorrido.

 

Camino de los pinos recios

y prados de las hierbas finas,

por donde los hondos silencios

son como notas divinas

que regalan limpios cielos

de eternidades purísimas.
 

 35- Linarejos, Puerto del  Calvario           

Duración aproximada: 1,5 horas.

        Dificultad                  :    Baja.

        Solo andando. Zona restringida.
 

    Es esta una zona restringida y por eso el paso a los coches se encuentra cortado con cadena. La emoción se haya en recorrer los paisajes andando. El trayecto es una pequeña ruta llena de encanto que discurre pegada a las tierras llanas del arroyo Frío y asciende suavemente hasta alcanzar las cumbres. Una ruta nada espectacular  pero profundamente llena de belleza por los magníficos paisajes.  De la zona de acampada de Linarejos sale la pista forestal cuyo recorrido se alarga hasta las aguas del río Borosa.  Un paseo delicioso que nos llevará hasta las cumbres del Puerto Calvario y que tardaremos en hacer entre cuatro o cinco horas, dependiendo del ritmo y los descansos para gozar los paisajes. El punto final del recorrido, es el Puerto y entre ida y vuelta podemos echar un día entero. 

 

           Sobre las llanuras de esta suave cumbre, existen multitud de rinconcillos, a un lado y otro, que recorriéndolo despacio, nos llenarán de profundo gozo. Aunque también, con sólo la contemplación de las amplias panorámicas, repletas de barrancos, valles y cumbres, nos  puede bastar para colmar el día hondamente. Por esta zona de Puerto Calvario y para el lado del valle del Guadalquivir crecen grandiosos ejemplares de quejigos. Muchos ya se han secado de tan viejos pero sus podridos troncos todavía proporcionan asombro más que suficiente. Recorrer estas cumbres y gozarlas despacio es el mejor premio de la ruta.      
 

 

  Recogido todo en sí       

se le ve avanzar

siguiendo el carril.

El bosque lo mira

vestido gris.

     36- Puerto de Las Palomas, Puente del Hacha, Albarda, Pardal
    Carril de tierra y vieja vereda. 
     Duración aproximada: 6 horas.  

    Dificultad                  : Media.

    Andando o en bicicleta. Zona restringida.

         

      Al llegar a la cumbre, justo en el Puerto de las Palomas, a la izquierda, sale la pista. Se encuentra cortada con cadena por tratarse de zona restringida. De aquí que el recorrido haya de hacerse andando en forma de un delicioso paseo. Según avanzamos por el camino las vistas sobre el valle del Guadalquivir se nos abren en una panorámica cada vez más bella y profunda. Para el lado de la Loma de Úbeda por donde los paisajes solo muestran olivos y olivos y para el lado de la profunda sierra por donde los paisajes muestran bosques y bosques de pinares  por laderas y cumbres.

 

           Remontada la primera cuesta, a la derecha se desvía una pista que comienza a bajar buscando el valle. Si la seguimos al poco veremos una hondonada, una tinada para el ganado y la pista que muere. Sigue una vieja senda que va adaptándose a laderas y barrancos sin dejar de caer. Descansa un poco en la hondonada donde en la pequeña llanura  se ven las ruinas de un viejo cortijo. Por aquí cerca estuvo el cortijo y  la casa forestal de la Cruz del Muchacho.

 

           Continua el camino ahora ya en pista de tierra y al poco cae en picado al profundo valle del Guadalquivir por donde la vieja piscifactoría de la Rejona. De frente nos encontramos con las instalaciones de lo que fue la Piscifactoría de la Rejona, también un precioso bosque de pinos y las agradables llanuras de las riveras del río Guadalquivir. Cauce abajo sigue la pista y después de cruzar la corriente sale a la carretera asfaltada que atraviesa el valle, por el Puente de Hacha.

 

           Arriba, en la cumbre, la ruta que nosotros llevamos, sigue cuerda adelante en busca del pico Pardal. En un recorrido suave y delicioso, casi sin darnos cuenta, coronamos la cumbre por el lado izquierdo. Pegado al camino nos sorprende las blancas rocas del Carrasquea y el Collado de los Plomillos. Este punto podría ser el final de nuestro recorrido si no tenemos fuerzas para seguir. Al frente nos quedan las espectaculares rocas del Narigón, a la derecha el cortijo y el barranco del Poyo del Rey, la casa forestal de la Fuente de la Zarza, la otra pista que baja hacia el arroyo de la Torre del Vinagre y la pista que sigue. El recorrido puede alargarse todo cuanto queramos hasta enlazar con otras rutas por las llanuras de Jabalcaballo.   

 

La hierba tapiza

como un manto abierto

de luz y sonrisa.

El viento lo besa

sin prisa.
 

          37- Navas del Espino, Arroyo de Los Tornillos.  Ir al índice

          Duración aproximada: 6 horas.  

          Dificultad                  : Media.

          Carril de tierra. Andando o en bicicleta.

          Zona restringida.  
 

       Justo en la llanura de la nava del Espino, a la derecha, sale la pista. Nada más comenzar a subir por ella, nos encontramos con la cadena y ello ya nos indica que la ruta tendremos que hacerla andando. Un recorrido emocionantemente bello que cogido con calma iremos poco a poco saboreando al tiempo que nos llenamos de los magníficos paisajes.

 

           En un primer tramo remontamos hasta los Poyos de la Mesa,  por donde los bosques de pinos y la grandeza de los horizontes nos Irán llenando de limpias sensaciones. Algo más adelante veremos las llanuras de la Mesa y a sus lados, los extraordinarios balcones naturales. Desde estos acantilados podremos gozar de la grandiosa panorámica sobre el  Valle del Guadalquivir.

 

           Sigue nuestro camino y en un juego silencioso y pequeño con las laderas, hondonadas, bosques y rocas, avanzamos hasta llegar a la meta: las limpias praderas del arroyo de los Tornillos, rodeadas de picos rocosos y repletas de aguas cristalinas. Un día entero podremos emplear en recorrer esta ruta que no lamentaremos por la diversidad y emoción que en ella encontraremos.

 
 

El río lo llama

saltando presuroso

por la cascada.

La tarde lo envuelve

en su alma.
 

     38- Vado de Las Carretas, Río Guadalentín,   Ir al índice

     Arroyo de Los Tornillos, Puntal de  Ana María.               

     Duración aproximada: 4 horas

     Dificultad                  : Media

     Carril de tierra. Andando o en bicicleta.

     Zona restringida.
 

    Una ruta más que va por las zonas restringidas dentro de este Parque Natural. Por esto, lo primero que nos encontramos, al atravesar la trinchera frente al Caballo de Acero, es una pista a la derecha cortada con cadena. Por aquí hemos de dejar el coche y disponernos para hacer el recorrido andando bajando por el barranco del Vado.

 

           Primero nos encontramos con el cortijo del Vado, siete Fuentes, la casa forestal del Vado, la llanura próxima al río y el camino que cruza las aguas. Este punto es exactamente el Vado de las Carretas. Por la derecha del río sigue una senda, poco señalada y casi perdida entre el monte y las rocas. Si nos vamos por él, gozaremos de un bello espectáculo tanto de charcos limpios como de cortes rocosos y abundante vegetación.  Saldremos a donde el arroyo de los Tornillos entrega sus aguas al Guadalentín y aquí mismo tenemos la cerrada de la Canaliega. A este camino junto a las aguas se le conoce por la Senda de los Pescadores.

 

           Si desde el Vado de las Carretas nos vamos pista adelante, también nos encontraremos con rincones de gran belleza que nos llenarán de profundas emociones. En un recorrido sereno, que por la ladera remontado algo sobre el cauce del río, iremos a salir, primero al Raso del Peral y luego  a las ruinas del cortijo y vieja casa forestal del Puntal de Ana María. Este punto podría ser el final de nuestra ruta. Si continuamos, saldremos a la Cerrada de la Herradura, al cortijo del Molinillo, arroyo Guazalamanco, Llanos de la Puerca y Camping de Los Pinos, en el Embalse de la Bolera, por el pueblo de Pozo Alcón.

 
 

¡Qué bonito, Dios mío!

Mientras sube exclama

todo recogido.

Las nubes arropan

y siente frío.
 

      39- Barranco de la Presilla, Cañada de las Fuentes.   Ir al índice

   Carril y vereda. Andando o en bicicleta.

   Duración aproximada: 2,5 horas.

   Dificultad                  : Media. Zona restringida.
 

   En la carretera que va desde el Puerto de Tíscar hasta el Santuario y luego sigue, justo en la curva del arroyo de la Presilla, sale la pista. Sube un poco y al llegar al rasete, pegado a las encinas, aparece la cadena cortándola. Desde este punto hasta el rincón de la Navilla,  el recorrido hay que hacerlo andando. Una subida suave, aplastada la pista por entre el bosque de carrasca y curvándose en todo momento.

 

           Según ascendemos, a la derecha, nos van quedando las cumbres de la Loma de Cagasebo y a la izquierda las rotundas rocas de las laderas del Rayal. Una asombrosa visión de paisajes que nos remontan y parece no tener nunca fin. Porque esta ruta, que al principio trasmitía la sensación de ser corta y suave, resulta todo lo contrario: larga, pesada a ratos y hasta un poco monótona.

 

           Impresión que se nos transforma en cuanto coronamos. Unas pequeñas praderas preñadas de paz y silencio, nos acogen suavemente.  Punto este desde donde se nos abre una panorámica asombrosa en todas las direcciones pero principalmente hacia el frente que es por donde baja la Cañada de las Fuentes. Ya en lo hondo, nace el río Guadalquivir  y más en lo profundo, se ensancha el grandioso barranco por donde este río se aleja.

 

           El aliciente de esta ruta podría concentrarse justo al coronar. Donde se abre collado Angosto y se dividen las vertientes. La del arroyo de la Presilla y la de la Cañada de las fuentes. Este es para mí el rincón más interesante de toda la ruta por las hermosas panorámicas que desde aquí se pueden gozar y por la peculiaridad de los paisajes de estas altas cumbres. Son pinos laricios de gran porte, son praderas repletas de hierba, frescor y agua, son filos rocosos por donde crecen curiosas plantas y son dolinas, majuelos, vuelos de buitres, cielos azules, nubes revoloteando y grandes panorámicas.

 

 

    Tarde otoñal

de viento azul húmedo

y ancha paz,

huela a setas nuevas

y a  eternidad.
 

           40 - Los Rasos, Picón del Rey, Puerto del Tejo.  Ir al índice

           Carril  de tierra. Andando o en bicicleta.

           Distancia aproximada: 7 K.

           Duración aproximada: 2,5 horas.

           Dificultad                  : Media. Zona restringida.

           El desnivel a superar es de unos cuatrocientos metros.
 

      En la misma casa forestal de Los Rasos, por la parte de atrás, sales la pista. Está cortado con cadena para que no pasen los coches. Un carril de tierra perfectamente tallado y que no presenta ningún problema para recorrerlo. Arranca llano y poco a poco va ganando altura viniéndose primero para el lado del Puente de las Herrerías, gira en una curva muy cerrada y sube buscando el arroyo Cerezo. Un poco antes de tocarlo se vuelve para atrás tomando otra ves dirección Puente de las Herrerías. En esta curva, si queremos podemos meternos para el arroyo y saldremos a la Haza de Román. Arroyo arriba sube una senda ya muy borrada que corona hasta el mismo puerto del Gilillo juntándose antes con la senda que viene desde el Cerrillo de la Vieja en busca de Puerto Gilillo.

 

           El carril de nuestra ruta tras esta segunda curva avanza cortando la lancha del Picón del Rey para pasarlo por el lado de abajo.  Un poco más adelante se vuelve otra vez para el arroyo Cerezo y ahora pasa el Pico del Rey por el lado de arriba.  Y justo por este punto vuelve a girar para el Puente de las Herrerías. Avanza un buen tramo y por la parte alta de los afluentes que llevan agua al arroyo de los Cierzos sube buscando la cumbre de la cuerda. Corona la cordillera por donde la Laguna de Cazorla y sigue un poco más hasta encajarse en el mismo Puerto del Tejo. En este punto son dos las opciones: para la derecha se sale al Parador de Cazorla y para la izquierda se baja por la senda que lleva a Prado Redondo y a la ermita de Cazorla.

 

           Pero esta ruta, antes de coronar la cuerda, ofrece dos posibilidades distintas a la ya descrita. La primera es campo a través por encima del Picón del Rey y siempre subiendo. Bordeando la parte alta de la cuenca del arroyo Cerezo se corona la cuerda por encima del Valle del Sinclinal ya en la vertiente al pueblo de Cazorla. Por este terreno, áspero y no muy difícil de andar, pastan a su aire los ciervos, las cabras montés y los jabalíes. La otra posibilidad es antes de llegar a la  Laguna de Cazorla. Cuando ya el carril corona la cumbre, en lugar de seguir para el Puerto del Tejo, se toma la senda que por aquí pasa dirección al Vallen del Sinclinal. Es una vieja senda que recorre toda la cuerda y lleva al mismo Puerto del Gilillo para continuar para el nacimiento del Guadalquivir o para el Chorro y Cazorla.

 

           Los paisajes que atraviesa esta ruta son muy bellos. Muchos romeros , majuelos, pinos, carrascas, aulagas y por donde los arroyos, preciosas espesuras de vegetación. Hay muchas aves por este terreno y las rocas calizas nos regalan caprichos en todos los tamaños y formas. Una época muy buena para hacer esta ruta es en primavera y también en el otoño por las variadas tonalidades que por aquí presenta el bosque.

 

    

     Y también en la tarde

las nubes son negras

color sangre,

huele a bosques húmedos

que a ausencia saben.
 

       41 - Barranco de la Vacarizuela, Juan Fría, Aguilón del Loco.   Ir al índice

       Carril,  algo de vereda y campo a través. Solo andando.

       Distancia aproximada: 3,5 K.

       Duración aproximada: 1,5 horas.

       Dificultad                  : Media. Zona restringida.

       El desnivel a superar es de unos cuatrocientos metros.
 

     Dos cosas antes de comentar el recorrido. El barranco por donde discurre esta ruta me lo han transmitido, libros, mapas y personas, con nombres distintos. Barranco de las Bacarizuelas, he visto escrito en algunos mapas y libros, de las Vacarizuelas y de los Tejos también y por último de la Juan Fría. Hasta donde he podido aprender los serranos siempre lo han llamado de la Juan Fría que se refiera a la fuente que mana en medio de la ladera. Fuente Fría parece su origen y lo de los tejos lo es por los magníficos ejemplares que en este arroyo crecen. Le diré de las Vacarizuelas porque se refiere a vacas pequeñas y en estas sierras siempre muchos serranos criaban y cuidaban vacas.  Y lo segundo es que ésta no una ruta convencional. Quiero decir que ni está señalizada ni aparece en ninguna de las guías o mapas de este Parque. Es una ruta muy especial que recorre también unos paisajes muy concretos. Como yo la conozco por haberla andado en más de una ocasión la reseño  aquí para quien la quiera gozar. Es ruta para andar por el campo con el solo deseo de sacarle al campo lo más virgen y limpio.

 

           En la pista forestal que baja desde Puerto Lorente para el Nacimiento del Guadalquivir o al revés, al llegar al arroyo de las Vacarizuelas, se toma esta ruta. Un carril de tierra remonta aprovechando el surco del arroyo y algo más arriba se pierde. La cristalina y fresca fuente mana por encima de los tejos bajo unas matas y entre los dos arroyos que al comenzar era uno. El recorrido se viene para el arroyo que se pega a la Loma de los Agrios y al poco aparecen las robustas paredes rocosas. Superadas una y otra vez la ruta sigue ascendiendo y a la vez viniéndose para la Loma de los Agrios.  No corona directamente la cumbre del Aguilón o Cerro de Villalta. Un poco antes de llegar a la cumbre se viene para el lado de Collado Angosto y se va encontrando con las preciosas dolinas en medio de un espectacular paisaje calizo. Recorre esta dolinas y busca la horquilla del collado. Por aquí se encuentra con los horizontes que regalan el punto más alto de este terreno y sigue viniéndose para el lado izquierdo. Se encuentra con las tierras llanas por donde atraviesa la senda que baja para el barranco de Cañada de las Fuentes. Recorre esta senda ahora ya bajando y cuando llega a la Cañada de las Fuentes, por la pista de tierra, busca el punto del comienzo.

 

           Un bonito recorrido plagado de preciosos paisajes con vegetación muy característica y vistas amplísimas. La subida resulta pesada porque hasta los collados todo es remontar pero las sensaciones que los paisajes van regalando compensa todo esfuerzo. Resulta muy importante esta ruta para explorar y conocer a fondo barrancos, laderas y cañadas que dan forma y vida a los primeros metros del río Guadalquivir.   


 

    Tarde deliciosa

sin nombre concreto

ni sombra,

huele a otoño gris

asomando por las lomas.

           42- Puerto Lorente, Aguilón del Loco por Prao la Nava.   Ir al índice

           Carril de tierra y vereda. Solo andando.

           Distancia aproximada: 4 K.

           Duración aproximada: 1,5 horas.

           Dificultad                  : Media. Zona restringida.

                                                     El desnivel a superar es de unos cuatrocientos metros.
 

        Quiero dejar claro, al igual que en la ruta anterior, que tampoco es este un recorrido normal. La segunda parte va por paisajes abiertos, sin senda y por donde puede. En ninguna guía se refleja ni en mapas.  Al Puerto Lorente se puede llegar desde el nacimiento del Guadalquivir y desde el Chorro, Quesada o Cazorla. Si se llega por este lado un poco antes de coronar el puerto, por la derecha, sale un carril. Está cortado con su cadena y por aquí avanza la ruta que ahora comento. Los primeros metros discurre muy cómoda y no tarda mucho en regalarnos un precioso manantial de aguas puras y frescas. Es la fuente del Tejo. Algo más adelante la montaña ya presenta un fuerte repecho que se supera siguiendo el trazado del carril hasta coronar a la loma de la Nava. En el centro de esta nava es donde mana la segunda fuente. Esta agua corre también para el barranco de las Vacarizuelas. Por debajo de un precioso y extorsionado pino pasa el carril y por aquí es ya por donde el este recorrido se despide de esta pista.

 

              Campo a través se viene para el lado norte de Aguilón del Loco a la vez que sube por la agreste ladera. Se va encontrando con ásperos paisajes de rocas calizas, preciosos bosques de pinos laricios y magníficos horizontes repletos de cumbres y montañas. Antes de coronar el recorrido se viene para el lado de la Cañada de las Fuente y se encuentra con una pared de rocas que frontalmente corta el paso. Hay dos o tres tajos por donde se puede pasar y algo más adelante ya corona parte de la cumbre. No del todo porque a la derecha majestuoso nos saluda la cresta del macizo.  Con solo un esfuerzo  último lo conquistamos. Desde esta grandiosa atalaya se nos abre el mundo y la sierra parece tenderse a nuestros pies. Es la mejor de todas las recompensas.

 

              La bajada es por el mismo terreno pero ahora con muchos menos esfuerzo. Y quiero destacar que además de las panorámicas y los singulares paisajes que nos va regalando la ruta también complace mucho los bellos ejemplares de pinos laricios, las praderas repletas de vida y fresco y las cabras monteses que con toda seguridad veremos. Los buitres surcan los cielos y el aire no puede ser más puro y fresco en verano.   

 
 

Recién nacido en la tarde

y ya tiene nombre de bosque

con alfombras ocre sangre,

es el otoño morado

que a moras y nueces sabe.
 

     43- Puerto Lorente, El Chorro por la Raya de Peñaflores.  Ir al índice              

     Carril de tierra y senda. Solo andando.

     Distancia aproximada: 5,5 K.

     Duración aproximada: 3 horas.

     Dificultad                  : Media. Zona restringida.

     El desnivel a superar es de unos doscientos metros.

 

    Este recorrido sí va por senda y de las buenas. Es una vieja senda usada por los serranos, en tiempos remotos, para ir de un lado a otro de la sierra. También en el mismo Puerto Lorente, ya volando un poco para la cuenca del Guadalquivir, por el lado izquierdo sale un carril forestal. Es casi un ajorro que al principio sube muy repentinamente. Al poco se va para el lado del valle del río y así continúan entre subidas y bajadas más o menos pronunciadas. Llega a terrenos por donde las praderas se tupen de hierba y plantas menores y luego sube buscando coronar la cumbre. Desaparece el carril de tierra y continúa la senda. Preciosa y mágicamente adaptándose al  terreno para superarlo y llegar a donde debe.

 

           Cuando ya termina de coronar, durante un buen trecho discurre por una amplia y bella llanura. Son paisajes de alta montaña y por eso seguro que por aquí veremos animales silvestres. La vegetación agrada mucho precisamente por se alta montaña. De poco usarla en algunos momentos será complicado adivinar por dónde debe ir la senda. Al final de la tierra llana se asoma a un bellísimo filo de rocas, Peñaflores, que da vista al grandioso valle de los olivares por Quesada, Peal del Becerro y más lejos el valle del Guadalquivir. Más cerca de los pies se nos derrama la sierra y nos asombra de tan bella como es. Por uno de los puntos de este filo rocoso pasa la vereda y comienza a bajar para seguir por la ladera casi cumbre siempre buscando el barranco del Chorro, ladera norte del Gilillo.

 

           Antes de asomarse a esta espléndida hondonada se encuentra con dos o tres collados por donde la tierra se cubre de hierba y los majuelos engalanan exquisitamente. Y digo lo mismo que en otros recorridos: lo que más gratifica en este paseo son los paisajes. No tiene igual en ningún otro rincón de estas sierras y por eso merece la pena conocerlo y gozarlo. En primavera cualquier rincón de estas sierras es bello pero digo que éste es muy especial por los originales paisajes y la vegetación que en ellos crece.   

 

          

   Mi Guadalquivir amigo
por entre las cascadas
de charcos cristalinos
y espumas blancas,
cuando yo era niño
qué bien me lo pasaba
contigo entre los pinos
jugando con tus aguas.
 

        LAS FUENTES DEL GUADALQUIVIR.      Ir al índice         

     Durante mucho tiempo me he preguntado por el verdadero nacimiento del Guadalquivir. A lo largo de varios años he ido recorriendo toda la zona de las cumbres de cabecera donde se fragua este gran río. Hoy, 27-11-88, he realizado una  excursión más por estos lugares. A estas alturas del año no ha llovido gran cosa, aunque por estas sierras ya han caído las primeras nieves.

               

     Subo por el Barranco de la Vacarizuela y a media altura, bajo un majuelo, descubro la primera de las fuentes o manantial que brota por encima del nacimiento oficial. Algo más arriba hay otro manantial y sobre la cumbre, en el centro de una gran nava, brota el tercer venero por este lado de la cuenca. Al bajar por la Cañada de las Fuentes, descubro cuatros manantiales más. Todos casi juntos pero con aguas distintas. Por la cumbre de la Loma de Gualay sé que hay otro nuevo manantial y en la misma casa forestal, junto al nacimiento oficial, brota otro. En total son ocho las fuentes que brotan por encima del punto donde pusieron la placa que indica el nacimiento del río.

 

                Al bajar por la Cañada de las Fuentes observo  como el agua que mana un poco más arriba en gran cantidad, se pierde por el estrecho que hay un poco más abajo de los tejos y desde este tramo hasta el nacimiento oficial, todo el cauce está seco por completo. Incluso la misma cueva que hay debajo del puente del nacimiento, está seca.

 

                En cambio arriba, en los manantiales atrás mencionados, el agua brota en cantidad y, además, sé que algunos de estos veneros no se secan en todo el verano. ¿Cuál es en realidad el verdadero nacimiento del Guadalquivir? En el plano que adjunto con este texto señalo dónde están los manantiales más importantes que brotan en estas laderas. Doy por cierto que han sido descubiertos y estudiados hace ya mucho tiempo.

 

                Los tres manantiales que brotan por la hondonada de Las Vacarizuelas, caen cascada pendiente abajo y ya no ocultan sus aguas en todo el recorrido. Los de las Cañada de las Fuentes y los otros dos, ya he dicho antes que sí lo hacen y vienen a brotar de nuevo en el lugar para todo el mundo conocido por el nacimiento oficial del Guadalquivir. Pero en realidad ¿es aquí donde nace este río?

 

                Y segundo, después de este ligerísimo paseo por la hondamente rica cuna del nacimiento del Guadalquivir, mirar las cresterías que tenemos a la derecha, la que por el lado norte protege a la nava en forma de muralla infranqueable. ¿Qué no sabes lo que es una crestería? Son accidentes que se forma cuando las rocas están inclinadas y los estratos duros alterna con otros más blandos. La erosión elimina éstos y origina un borde crestado como el que se ve desde el centro de esta nava.

 

                Uno de los lados de la crestería está formado por la superficie de los estratos inclinados y duros, mientras que el opuesto está constituido por una ladera de roca blanca protegida de la erosión. La vertiente por donde hemos subido que se derrama hacia la cuenca del Guadalquivir. Las cresterías son comunes a lo largo de los flancos en todas aquellas montañas formadas por rocas sedimentarias inclinadas y se desarrollan tanto en los climas húmedos como en los áridos pero en éstos son más agudas y de corte más neto, como consecuencia de la acción más débil de la intemperie y de la falta de bosques en tales regiones. Los anglosajones dan a estas cresterías erizadas el nombre de hogbaks, es decir, lomos de puercoespín.

 

                Así que desde donde termina este surco, nos vamos a volver para atrás. Vamos a pasar por ese pino aparaguado, de tronco corto y grueso que ha venido a nacer en la hondonada donde empieza el paredón rocoso y termina la nava. Nos gustará mucho quedarnos, por entre sus ramas y la tierra que los jabalíes esta noche han removido, un buen rato. Nos quedaremos por aquí un buen rato subiéndonos a la cruz de este pino que la tiene a menos de un metro. Abrazando sus ramas que son trozos de silencios donde los años y las nieves se han parado. Nos haremos majestad con la gallardía de esta copa tan grande, retendremos el aliento para dar paso al del valle que se enreda por el bosque de este inmenso pino y luego jugaremos al juego de la soledad por la cumbre.

 

             Si  estuvieras te asombrarías de que aquí, precisamente donde los humanos todavía no han planificado ni la hondonada ni la crestería, se concentre tanta belleza. Porque este pino es belleza sobre una gran belleza y su tierra húmeda, su hierba verde, sus rocas puntiagudas por el lado norte, sus ramas secas allá en las copas, sus pajarillos ahí cantando, su majoleto enredado y por sus flores, las mariposas, el aire, el cielo por arriba y por abajo nosotros caminando casi pedidos.

 

 

Frío en la cumbre

y temblor de asombro

que a lo ancho cubre.

Reza, llora y canta

y sueña que sube.
 

           44- Casa forestal de Prado Redondo, Puerto   Ir al índice

           del Tejo, Parador de Cazorla.

           Duración aproximada: 3,5 horas.

           Dificultad                  : Media.

           Vieja vereda. Andando.
 

         El camino que  nos servirá para remontar esta ruta arranca precisamente en la misma ermita de la Virgen de la Cabeza, por encima del pueblo de la Iruela. Una senda antigua que aún sigue en buen estado y perfectamente tallada sobre la tierra y rocas de la ladera. Recorre la umbría en dirección a la vieja casa forestal de Prado Redondo y justo en este punto, gira hacia atrás.

 

           Repecho arriba por detrás de la Peña de los Halcones, asciende reciamente.  Corona el cerro sobre unos paisajes grandiosos desde donde se divisa medio mundo: el gran valle del Guadalquivir hacia el lado de la Loma de Úbeda y al frente, el barranco de la Escaleruela y la umbría de la cuerda del Gilillo.

 

           Suavemente seguimos la senda que remonta hasta coronar el Puerto del Tejo desde donde de nuevo se nos abre aún más el mundo. Ya hemos volcado hacia el primer valle del Guadalquivir por las profundidades donde nacen en estas sierras. Desde aquí, para llegar hasta el Parador de Turismo, ya sólo nos queda seguir bajando cómodamente al tiempo que nos dejamos empapar de la gran maravilla que ante nosotros se abre.

 

 

   El miedo en la garganta

de tanta soledad

ancha.

Nadie lo  conoce

ni le habla.

           45- Riogazas, puerto y cumbre del Gilillo. Ir al índice

           Duración aproximada: 1 horas.

           Dificultad                  : Media.

           Vieja vereda. Andando.
 

     Desde el pueblo de la Iruela la pista sube y en el mismo hotel de Riogazas, podemos dejar el coche. Por un arroyo que hay un poco antes, siguiendo el cauce a un lado y otro, podremos empezar la subida. No existe por aquí ninguna senda. Sólo veredas más o menos buenas que según asciende, se van pasando de un lado a otro del cauce hasta coronar el collado. Aquí mismo encontramos dos sendas que nos entran por el lado derecho. Son dos ramales de la que baja del Gilillo que en este collado se divide. Un trozo vuelca para la casa forestal del Chorro y el otro, que es el principal, se viene por la ladera que mira a Cazorla y atravesando la umbría sale a la pista por encima de Riogazas.

 

           Puestos en el mismo centro del collado, lo primero que nos rebosa son las mágicas panorámicas del barranco que desciende desde el Gilillo y el resto de la sierra en profundidad hacia Quesada. Desde este punto la senda se alarga cortando la ladera y la remonta llena de majestad. Roza las recias rocas de los cortados hacia el Chorro y trazando una última y airosa curva, corona al Puerto del Gilillo.

 

           La cumbre  máxima todavía nos queda a la derecha y sobre un suave pico rocoso. Este es la corona del Gilillo. Al frente se nos abre el barranco del Guadalquivir por donde éste nace y más al fondo y a un lado y otro, la profunda sierra del Aguilón del Loco, Cabañas y Navahondona. Un mirador natural de lo más espléndido desde donde tranquilamente podremos llenarnos de los mejores matice de la sierra.

 

 

   Pero a veces grita

mientras calla:

te has ido de puntilla

mi dulce hermana

llevándote la vida

de mi alma.

           46- La Iruela, Puerto de Las Arenas, Fuente del Oso.  Ir al índice

           Duración aproximada: 3,5 horas.

           Dificultad                  : Media.

           Vieja vereda.  Andando. Zona restringida.
 

       Es esta una preciosa ruta que tiene su comienzo pasado el pueblo de la Iruela, al lado derecho. La señal es un viejo lavadero. Aquí mismo comienza una senda que por la ladera se despega de la carretera según asciende levemente.  No a mucha distancia aparece el cruce de varios caminos. El que nuestra ruta lleva es el de la derecha que remonta buscando la cumbre. Corona hasta el Cerro de la Mocha y después de una buena subida encontramos un nuevo cruce de sendas. Seguimos ahora por el de la izquierda, por la parte de arriba de los preciosos voladeros rocosos. Ya casi en la cumbre nos sale al paso una vieja construcción. De nuevo nos encontramos con otro cruce de sendas. Continuamos por el de la derecha que sube buscando del Cerro de la Torquilla. Un cuarto cruce nos lo tropezamos ya casi encima de la cumbre y de nuevo seguimos por el de la izquierda. Es aquí donde coronamos el Puerto de las Arenas y volcamos a la otra vertiente.

 

           Siguiendo la senda salimos al Collado del Oso y desde aquí al Empalme del Valle o a la Fuente del Oso, según, si desde el Collado, nos vamos para la derecha o la izquierda. Un precioso recorrido el que nos ofrece esta mágica ruta y por eso lo mejor es saborearlo con lentitud para gozar pausadamente de las delicias del paisaje y la visión de los amplios horizontes. 

 

 

Voy por los caminos

de las montañas

buscando los floridos

prados del alba.

Nada da consuelo,

todo me llaga.

             47- Puente de las Herrerías, Arroyo de los Tornillos.  Ir al índice

           Carril y vereda. Andando o en bicicleta algún tramo.

           Duración aproximada: 2,5 horas.

           Dificultad              Dificultad                   : media. Zona restringida.

           Carril, vieja vereda y campo a través.
 

      La pista arranca en el mismo puente, por el lado izquierdo del Guadalquivir según subimos. No se puede entrar con el coche por está cerrada con cadena y encontrarse en mal estado. De aquí que el recorrido tengamos que proyectarlo andando. Un paseo agradable que al principio sigue el curso del río para despegarse después e irse por el arroyo de los Habares.

 

    En un juego agradable con el arroyo, las onduladas pendientes de los barrancos y los calares de la Mesa, la ruta remonta hasta encontrarse con la pista que viene desde la Nava del Espino. La seguimos ahora viniéndonos hacia el lado derecho por un trazado mucho más suave. Remontamos el collado y ya nos encontramos en las tierras llanas que vierten al arroyo de los Tornillos.

 

           Una vez en el rincón, las posibilidades son tantas y tan emocionantes como queramos. Sólo dedicar un tiempo a gozar de los paisajes que nos rodean, nos puede relajar profundamente.  Pero el agua saltando por la corriente y brotando por entre las piedras del arroyo, también contagia grandes sensaciones de paz al espíritu. Recorrer el cauce hacia un lado y otro, se nos convertirá en un juego entretenido que nos pondrá en contacto con las cosas más sencillas y limpias de estas sierras.  

 
 

   Fuentes primorosas

de claras aguas

regando rosas,

sin ella, son tristísimas

todas las cosas.

           48 - Cantalar, Hoyos de Muñoz.  Ir al índice

           Duración aproximada: 1,5 horas.

           Dificultad                  : Media.

           Carril y vereda. Andando o en bicicleta. Zona restringida.
 

     Esta ruta, corta o largar, según queramos ir a un sitio u otro, va por una de las zonas restringidas para los coches. Penetra en uno de los rincones más hermosos de este Parque Natural y por eso, si queremos recorrerla, no tenemos más remedio que hacerlo andando. Roblehondo  de Guadahornillos es reserva de la Biosfera.

 

    Justo en el Centro de Naturaleza el Cantalar, la pista tiene su cadena. Aquí tenemos que dejar el coche y comenzar la andadura. Sube esta pista hasta el Collado de Cabeza Rubia y un poco antes, se desvía a la derecha. Nos vamos por el ramal de la izquierda y después de coronar el collado llegamos al Tranco de la Carrasca. Un grandioso corte rocoso por donde entra la pista, se curva para el barranco y levemente luego asciende hasta coronar el Puerto de Los Hoyos de Muñoz.

 

           Una vez aquí, una de las cosas que podemos hacer, es gozar serenamente de las amplias perspectivas que en todas las direcciones se nos abren. Al frente, el magnífico barranco de Roblehondo de Guadahornillos, la cuerda de las Banderillas y al otro lado, el gran barranco del río Borosa.

 

           Desde este punto, la ruta sigue tomando dos direcciones. Cuerda arriba por la derecha  la pista sube y penetra cada vez más en la hondonada del barranco del Roblehondo. Al frente y bajando, la pista también sigue hasta morir en un raso donde empieza a borrarse cada vez más hacia el arroyo. De emoción creciente es todo el recorrido de esta ruta al mismo tiempo que grandioso por sus ampulosos paisajes y densos bosques.
 

 

    Narcisos de los prados

y violetas de las rocas

no hay azul en los collados

ni en la lluvia gotas

que sean como mis llantos

enamorados.
 

           49- Los Rasos, Navahondona,  Ir al índice

           nacimiento del Guadalquivir, los Rasos.

           Duración aproximada: 4 horas

           Dificultad                  : Media

           Vieja vereda. Andando. Zona restringida.
 

    En el mismo llano que frente al cauce del Guadalquivir, acoge a la vieja casa forestal de los Rasos, tiene su comienzo esta ruta. Una antigua senda arranca desde el borde de las aguas. Sube por el lado izquierdo acompañando al cauce durante un trecho y luego se despega por la ladera que cae desde el cerro de Navahondona. Cruza el cauce de un pequeño arroyo y ciñéndose a la pendiente, remonta cortando monte y rocas. Ya salvada la ladera, sobre un pequeño rellano de la parte alta, se divide. Un trozo de pista, porque ya por aquí la senda se convierte en pista, baja por el lado izquierdo en busca del barranco de Los Habares.

 

           Nuestra ruta continua subiendo por el lado derecho y al poco desemboca en la preciosa llanura de la Nava. Por el lado de arriba la corona y siguen remontando en busca de la otra pista, la que desde el nacimiento del Guadalquivir asciende hacia el macizo del Cabañas. Un poco más abajo del Pino de las Tres Cruces, es donde la ruta que llevamos se funde con la que desde el nacimiento sube.

 

           El recorrido de esta sencilla ruta, que no es nada corta, si lo podemos considerar como una sencilla y extraordinaria excursión. El primer tramo recorre una vieja senda de aquellos tiempos hasta que en lo alto engancha con la pista trazada sobre la vieja senda. Los paisajes que nos vamos a encontrar son bonitos por las amplias panorámicas que desde la ladera se nos abren y los bosques de encinas que por entre las rocas crecen. La belleza de la nava y el cerro que lo corona, también nos llenará de limpia gozo acompañado de un fino aire transparente siempre y  coronados por el azul intenso del cielo. Nota: La palabra “Navahondona” hace referencia a unos de los montes ordenados de este Parque Natural y también al cerro y la nava que en esta ruta encontramos. 

 
 

Ya sé que no estará

ni en la noche ni en la aurora

pero entre el pinar

es amapola

y cielo y  libertad.
 

          50- Pino de Las Cruces, Valle de Gualay.  Ir al índice

           Duración aproximada: 2,5 horas.

           Dificultad                  : Media.

           Carril y vieja vereda. Andando. Zona restringida.
 

   Hace mucho  tiempo que descubrí este rincón y me llenó de placidez. Se lo dije a mis amigos y cuando lo saborearon, le empezaron a llamar “El Paraíso”. Sé que este trozo de sierra también tiene categoría suficiente como para ser llamado “El Valle de Dios”.

 

           En la pista que sube desde el nacimiento del Guadalquivir a Puerto Llano, a la izquierda sobre la Loma de Gualay, crece el pino. Un magnífico ejemplar, entre los muchos gigantes del Parque,  de la especie de los laricios que nos servirá de punto de referencia para saber que aquí es donde tiene su comienzo esta ruta nuestra. La cadena cortándola nos indica que la zona que ante nosotros  se abre, pertenece a los rincones restringidos. No se puede pasar con coche aunque sí andando en forma de paseo y no para acampar ni comer por ningunos de estos lugares.

 

           Pues la ruta arranca bajo el mismo gran pino de las Tres Cruces y coge dirección hacia el levante.  La pista, en un principio se va un poco loma abajo al tiempo que sube lentamente hasta coronar el Puerto de Juan Baco. Es aquí justo donde atraviesa la loma, traza unas curvas y comienza su descenso hacia el valle del arroyo. Suavemente desciende a trechos aprovechando el trazado de aquel viejo camino y a trechos por un trazado nuevo que para la pista han tenido que buscar por el mejor sitio de la ladera.

 

           Casi sin advertirlo, de pronto descubrimos que se derrama llanamente sobre las tierras que rodean el cauce del arroyo. Por aquí busca el viejo puente y sobre él avanzan para enseguida comenzar a irse por la ladera del otro lado cauce. Lo remonta un poco a la vez que sigue su trazado bajando y subiendo hasta que se va umbría abajo buscando los calares de Peña Juana. Ya al final, en un collado, la pista desaparece y todavía durante un rato más la senda sigue. Por aquí podremos dar por finalizada esta excursión que, aunque parece sencilla, nos habrá llenado de gran satisfacción, con el suficiente recorrido como para llenar un buen día. La recreación en los bonito y variados paisajes, repletos de bosques, agua, barrancos y cumbres, también nos dejará una profunda sensación de paz y  gozo. 

 
 

    El otoño me regala

soledad honda

bailes de ramas,

prados sin amapolas

y un eco de voz lejana.
 

           51- Cerrillo la Vieja puerto del Gilillo.  Ir al índice

           Duración aproximada: 3 horas.

           Dificultad                  : Media.

           Vieja vereda. Andando. Zona restringida.
 

     Existe una pista forestal que desde el mismo nacimiento del Guadalquivir, sale por el lado derecho dirección Quesada. En una de las curvas, pasando la Fuente del Prado de la Abubilla, en la primera curva pronunciada y a la derecha, sale una pista forestal que está cortada con cadena. Es este el un punto de partida para ascender al Gilillo desde el lado del Valle del Guadalquivir.

 

           En un principio la pista baja y luego se viene para el lado izquierdo. Cruza por aquí el arroyo de la Tejadilla y sigue al frente. Un poco más adelante otra pista, la que nosotros recorremos y que  tenemos que seguir al frente. Esta pista que es sólo un jorro para sacar madera, de nuevo corta un par de arroyuelos y luego remonta buscando el cauce del Cerezo y las laderas del pico Gilillo. Ya subiendo el último tramo hay un momento en que la pista se borra quedando sólo la vieja senda que los serranos usaron en aquellos tiempos.

 

           Un fuerte repecho se abre frente a nosotros y por él avanza la senda trazando zigzags. En cuanto la remontamos estamos en el precioso collado del Gilillo. El pico en sí, nos queda a la izquierda y algo más elevado. La vista que desde aquí se nos abre, es grandiosa y servirá para hacernos una buena idea de las formas y extensión del  Parque, en estas partes altas. El aire siempre es fresco y los paisajes, de un esplendor sin igual.  

 

 

Me paro en el camino

frente al aire

que llega de los pinos,

si estuvieras

¡qué bonito!
 

           52- Las Chozuelas, Puerto Llano, Cabañas.  Ir al índice

           Duración aproximada: 3 horas.

           Dificultad                  : Media.

           Carril y vieja vereda.  Andando. Zona restringida.
 

    Un poco más arriba del control de Las Chozuelas, a la derecha subiendo, sale la ruta. Un camino de tierra que enseguida presenta su cadena correspondiente por ser zona restringida. Los guías del Parque Natural sí tienen acceso a ella para acompañar a los grupos de personas que previamente lo hayan solicitado. Pero como el rincón es también lugar de mucha belleza, si nos lo proponemos y las fuerzas nos responden, lo podemos hacer andando como es lo de que ahora aquí se trata.

 

            Pues salvada la cadena remontamos tranquilamente buscando la parte alta de la cuerda. No tendremos ningún problema y mucho menos cuando volquemos a la vertiente del segundo arroyo. Un espeso bosque de pinos y unas preciosas cañadas, poco a poco irán apareciendo antes nosotros para llenarnos de asombro al tiempo que de serenidad. En primavera y después de irse las nieves que sobre estas cumbres se amontonan, son especialmente agradables los paisajes que por aquí iremos encontrando.

 

           Aunque según subamos a nuestra derecha nos irán saliendo nuevos caminos. El nuestro siempre irá al frente hasta encontrarse con la llanura de la Fuente del Artesón donde podremos recoger agua para el resto del camino. No mucho más adelante nos tropezaremos con el intrincado Torcal de Linares. Lo tendremos que salvar volcando hacia el lado izquierdo, por donde buscando el puntal, encontraremos una senda que sube con el propósito de remontar hasta el pico Cabañas. Ya en la curva de la pista que sube desde Puerto Llano, la opción es seguir y conquistar la cumbre o bajar a Puerto Llano y coger por la pista de tierra que desciende hacia el Barranco de la Canal.

 

           El regreso por este camino es deliciosamente atractivo pero mucho más largo. Si decidimos volver por aquí el tiempo empleado en recorrer la ruta total, puede convertirse en una jornada completa.     

 

 

 Tengo un amigo en la cumbre

que me llama y me regala

mil tardes llenas de nubes,

viento fresco y sol sin luz

y escarchas blancas y azules.
 

           53- Collado Zamora, Barranco del Garbanzal.   Ir al índice 

           Duración aproximada: 6 horas.

           Dificultad                  : Media.

           Carril y vieja vereda. Andando. Zona restringida.

 

     Es este itinerario una zona restringida que se puede visitar en coche contratando algunos de los guías que a ello se dedican. Por esta causa también, lo primero que encontraremos en la pista, será su cadena.  Pero si nosotros lo que queremos es recorrerla  a pie, no nos importará.

 

           Así que siguiendo la pista que desde  el chorro,  surca la ladera que mira al pueblo de Quesada y busca el nacimiento del Guadalquivir, al pasar el Collado de Zamora, encontraremos nuestra ruta. Enseguida a la derecha veremos una pista de tierra en muy buen estado. Por aquí hemos de irnos.  Desciende suavemente buscando el barranco del río Béjar al tiempo que se introduce en la espesura y los cortes de grandes voladeros. Después de cruzado el río atrás mencionado, por aquí todavía poca cosa por estar casi remontado en las mismas cumbres que le dan vida, se nos queda atrás la fuente de la Tejadilla.

 

           Algo más adelante atravesaremos el barranco del arroyo de la Cueva de Jaén.  Y un poco más adelante nos encontraremos el impresionante barranco de los Tejos. Crecen por aquí algunos ejemplares de esta especia de edad casi centenaria. Siguiendo la ruta, llegaremos a dos barrancos más: Barranco de Extremera que da nombre al cauce que por él desciende y el barranco de la Buje. Las ruinas de la vieja casa forestal del Garbanzal ya no nos quedan lejos.

 

           Dependiendo del tiempo que todavía tengamos a nuestra disposición y de las ganas de andar que nos queden, podemos seguir un poco más por las inmediaciones de este bello barranco y luego volver por el mismo sitio. Un buen recorrido que merece la pena por la gran belleza de sus paisajes y las vistas que al fondo en todo momento nos acompañan.


 

     Tenía que decirte

que en las tardes del otoño

la belleza es triste,

te recuerda el alma

y a medias vive.

           54- Puerto de Tíscar, Puerto Lorente.   Ir al índice 

           Duración aproximada: 3 horas.

           Dificultad                  : Media.

           Carril y vieja vereda. Andando. Zona restringida.
 

     Es esta una preciosa ruta que tranquilamente podremos hacer a lo largo de un día entero o si nos apetece, recorrerla más aprisa para invertir en ella las aproximadamente tres hora que se indican. Se puede coger desde uno o dos puntos diferentes: en el Puerto de Lorente, en la pista que va desde el Chorro al nacimiento del Guadalquivir o en el Puerto de Tíscar. Por los dos sitios tiene su correspondiente cadena por tratarse de una zona restringida.

 

             Si la cogemos por el Puerto de Tíscar, tendremos que ir atentos al comenzar la bajada desde el Puerto hacia el Santuario. En una de las curvas, a la izquierda, de la carretera se nos aparta la pista. Remonta un poco hacia el collado próximo al Rayal y después de unas curvas busca la ladera norte de este gran pico. Aquí es donde encontraremos la cadena. No nos importa porque nosotros la vamos a recorrer a pie para gozar mucho mejor y más agradablemente del paisaje.

 

           Enseguida nos meteremos en la hondonada de un gran barranco cuya cuenca desciende justamente del pico Raya. Lo pasamos y mientras remontamos la ladera siguiente que nos llevará de nuevo a otro precioso barranco, nos iremos recreando en el gran valle que a la izquierda se nos abre. Cerca de nosotros tendremos la cumbre de los picos que van cayendo, al fondo las oscuras hondonadas por donde empiezan los olivares salpicados de cortijillos y más al fondo, más cerros llenos de olivos, el pueblo de Quesada y las lejanías con más olivos. Una panorámica perfecta que nos acompañará a lo largo de toda la ruta y cada vez más grande y bonita.

 

           Andado como la mitad del trayecto o un poco más, se nos presenta una empinada cuesta. La remontamos y nuestra sorpresa será grande al descubrir lo que ante nosotros se abre: una amplia llanura de tierra fértil que en casi todas las épocas del año aparece tapizada de hierba fresca. Esto es una nava y en su centro brota uno de los manantiales que dan agua a los primeros metros del río Guadalquivir.

 

           Aunque sólo fuera para gozar de este pequeño gran rincón, ya merecería la pena el recorrido de esta ruta. Pero todavía tenemos más. Desde la nava, después de remontar un pequeño collado, hasta el final todo es bajada. Un delicioso descenso siguiendo la ondulación de la cañada y luego el valle con su fuente y los mil troncos blancos de los gigantes de este Parque: los espléndidos pinos laricios. 
 

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Hace cien años que ya no hablas,

cien años que te fuiste

en un vuelo de águila

una mañana de abril

cuando rayaba el alba.

cien años o quizás mil siglos

pero el alma

te recuerda todos los días

y aunque sin fuerzas,  callada

te espera hora tras hora

rezando sin esperanzas.

 

   Algunos nombres de los sitios por estos rincones.  Desde el Puerto de Tíscar, ladera de Quesada.  Carasol de la Torre, Los Picones, El Picón de los Voladeros, Los Voladeros, Calar de la Fuente Tres Pilas,  Calares de la Bujea, Los Calares,  Royo de la Bujea, El Puntal, La Majá de los Perdigones, La Cimbra de los Perdigones, Poyo Sombrerillo, Cimbras de la Raja, El Nacimiento, Los Carasolillos, Los Almagreros, Loma de los Robles,  Callados Valiente y la Nava. Las Navillas,

 

¿Los nombres de los sitios?
lo que ama mi corazón
por donde el río,
la primavera y la esencia
del alma y su latido
y porque el río es la belleza
se llama "Diamantino".
Los nombres son la dignidad
de los montes y los caminos
para que nadie los confundan
porque son distintos.
Distinto era su nombre
y aquí lo llevo conmigo
desde la tarde junto al cauce
que se llama "Diamantino",
cuánto gritan los nombres
y cuánto callan, Dios mío.
 

   

Los Rasillos, La Morra de los Collados, La Navilla de la Cueva de los Collados, Picón del Quemaillo, Los Collados, Cueva de Jaén, Praillos de la Cueva de Jaén, Viso de la Nava, Raya de la Navilla, Fuente de Pedro García, El Contaero, Aguilón del Loco, Filos del Aguilón de la Ventana, Filos del Rayal, Picón del Rayal, Navilla Baja, Navilla Alta, Las Torcas, Collado de la Navilla = Aquí es donde están las Torcas,  Pecho de las Ardillas. Desde El Santuario para arriba: El Parato, Loma del Praillo, Hoyo de las Fuentes, Loma de la Cueva del Diablo, Pinar de la Peguerilla, Peñas Lisas de aquel lado, Pecho Portacho, Rincón de la Calera, Picón Negro, La Morra de la Tobilla, Lomilla de En medio, Fuente Taza, Picón Colorado, Picón Alto, Collado del Abogal. Alto de Cerro don Pedro, Cueva de los Habares, Collaillo Molina, Barranco don Pedro, El Covón, Filo de Peña Negra, Las Cimbres de don Pedro, La Pedrecilla, La Prediza, Fuente de la Cerrá de la Presilla, Fuentecilla de la Presilla, Fuente de Los Gamellones.

 

           Subiendo del Santuario al  Puerto: Arroyo de Las Parras, El Cañao, La Ardilla, Las Lagunillas,  Eras de Juan Ramón, Prao de la Cruz, Las Carboneras, Casa forestal de las Carboneras, Los Carasoles, Collado del Puerto. Alrededor del Santuario:   Bar Vadillo, Arroyo de Vadillo, La Fábrica del Vadillo, Las Cuevas del Vadillo, La Revuelta del Cura, El almendral de la Revuelta del Cura, Cueva del Polvorín, Cueva Cristino, Cueva Carmona, Cueva del Agua = Hacia Huesa, Revuelta de la Ardilla, Las Pedrizas, Pedrecillas, Morra de los Vaqueros, Cerrá del Candilejo, Cueva del Agua de Tíscar, Sendero de la Cueva del Agua =: Sendero de la Cueva del Agua, longitud, doscientos metros, tiempo, cinco minutos. En la carretera cruce de Belerda, parada autobús, Belerda = tres kilómetros, Barranco de la Cuesta, Los Canjorros, Fuente de la Paloma, Pico del tío Fruto, El Pilón de la Zorra, Picón Largillo, Los Nogueros, Molino de Tíscar, la Quebrá,  la Lanchuela, Aldea de Mindoreja o Mendoreja, Puente de Mindoreja, Los Cortijos, El Peñón del Lauril, El Hayozal, Casa de los Lindos, Casas de la tía Matoja, Huerta Grande, Huerta del Hoyo, Haza del Faro, El Pecho de la Aserradora, Las Curvas del tío Carricondo,   La Cabañuela, La Asomailla,  Fábrica de aceite del tío Alemán = donde se junta arroyo Vadillo y el río la Canal, La Loma del Molinico.

    

           Caballo del Puerto de Tíscar:  Dos montes, uno de Quesada y otro de Huesa. Sólo se recoge el de Quesada. Pecho de los Hilos, Haza Vieja, Barranco de Belerda, El Goterón, Era Cuenca = Del barranco de Belerda para acá, Belerda Baja, Belerda Alta, Era del Pasillo, Barranco Carmona, La Lancha, Picazo, Morra de las Piletas, Morra de los Vaqueros, Las Cañaillas, Collado del Madroñal, Collado de las Anchuras, Morra del Carasol del Caballo, Morra de En medio, Morra de las Carboneras, Peñón del Ratón, La Piedrecilla. Pecho del Madroñal. En la otra vertiente por la carretera que sube al puerto desde Quesada: Los Collaillos, Poyo de las Ovejas, Barrancón Tizón, Morra de la Campana, Morra del Tizón, Barranco Halcón, Peña del Poyo de los Toros,  Majá de las Escalerillas, Peña borrega, Los Calares, La Mesa, Collado Vitar, Cerro Vitar, Cueva Cabrera, Cueva del Corralón, Hoya de la Pileta, Cueva de las Quebradas. Vertiente al Guadalquivir:  Praos de Navahondona, El Robleo, Barranco de la Nava, Cueva de Abanto, Juanfría, El Collado de la Juanfría, Barranco de la Vacarizuela (Varaquizuelas) Morra de los Rasillos,   Morra Osera, Aguablanquillas, Los Morrones, Cuerda de la Nava =  Cordillera de los Agrios = Cuerda del Collado Angosto y de Navilla =  Cuerda de la Nava Alta del Espino = La parte alta El Agreal, Morrón del Collado Serbal, Caseta de Cañá la Fuentes, Los Seis Pinos, Barranco de los Seis Pinos, Hoyo los Tejos = Cañá de los Tejos, Navilla, Loma de los Agrios = Corralón, La Peguera, El Poyo de las Palomas, Collado de la Carrasca, Collao Lácere, Morra de los Palos, Cuesta de la Víbora, el Pino de las Cruces, Pocico de Gualay, La Majá del Pepino, Lancha de Navahondona, Tranco de Navahondona, Cerrada de los Tejos, Los Rasos. La cueva del Berreal = Frente a los Rasos (Pudiera ser la misma cueva del Bidarral mencionada por el mismo lugar) Barranco de los Teatinos, Cueva de la Puerta, Puerto de Juan Baco, Barranco de la Luz, Cueva de la Luz, Lancha de la Luz, Cascada de los Goterones, Lancha de la Víbora, Cañada de las Fuentes, Collado Angosto, Barranco de los Pegueros, Barranco del Trabino, El Abuelo, Llano del Corralón,

 

           Barranco de la Canal: El Realejo = Monte Ordenado, Carasol de la Chaparra, Las Chozuelas, Control de las Chozuelas, Huerto de las Chozuelas, Cortijo de las Chozuelas, Hoyo de la Zahurdilla,  Cerro del Corralón =  Por encima de la fuente de la Ponderosa, Empalme de la Sierra del Escalón, Cueva del Toro, Cerrailla de la Cueva del Toro, Fuente de la Losilla, Fuente de la Romancha, Poyo Quemao, Poyo de la Yedra, Peña Flores, Cerrá del Escalón, El Escalón = a la derecha subiendo y después de la fuente de la Ponderosa, Royo Seco, Loma del Molinillo, El Molinillo, Huerta Perdía, Las Corralizas, Haza Llana, Hoyos de Paco, Los Pedazos de Serrano, Fuente del Realejo, Fuente de las Chozuelas, Fuente de la Ponderosa, Fuente del Escalón. Raya de Puerto Llano, Los Toyos de la Raya, Peña Flores, Collado Verde, El Calar, Cueva Tejá, Hoyo de la Hoya,  Cabañas, Hoya de las Cabañuelas = Tranco de Puerto Llano, La Cerrá Nava, Cerro de la Tableta,  Aguaderillo de Puerto Llano, La Ventana, Fuente de la Ventana, Cueva de la Humosa, Los Corraloncillos de la Humosa, Arroyo de la Humosa, Torcalillo de Torcal Llano, Fuente de Parras, Majá Rambla, Nacimiento de la Fuente de la Canal, Río La Canal, La Setera Alta y la Setera Baja = Cerca del túnel de la carretera, La Raja del tío Cervantes,  Cuevas del Coscojal, La Cimbre del Poyo de las Losas, El Covón, Las Hoyuelas, Collado del Realejo, Peñón de los Barrenos = Senda desde el Peñón de los Barrenos a la casa forestal de la Fuente del Pino, Collao del Jorro, Empalme de la Fuente del Gallo = donde se desvía la pista que sube al Cabañas, La Trinchera, Hoya de los Marillos, El Lomón, Cueva del Toro, Umbría de las Chozuelas, Hoya de los Pendejos, Picónes de Pasabarbero, El Corralón, Barranco del Toyo, Cueva de la Raya, Cerrillo de los Corzos, Morra de la Tobilla, Hoya y Morra de las Carbonerillas, Loma de la Cinasanta, La Espinarea, Collado de los Cintos, Falda de los Rocales, Toyico Molina, Torcal Pablo, Tranco Puerto Llano, Poyo de las Abucaeras = norte Cabañas,  Los Puntales, Barranco Cañaveral, Río Belerda, El Barranco de don Pedro, Poyo de los Habares, Cueva de los Habares, Cueva del Poyo, Cueva del Collado, Hoya del Chantre, Tranco del Cerberín, Los Collaillos del Cerro, Hoya del Cerro, Cueva del Cerro, Fuente del Pino = Casa forestal Fuente del Pino, Hoya de la Tobilla, Morra de la Tobilla, Cueva de la Tobilla, Hoyilla Reonda, El Llano de la Cuerda, Cuerda de Cagasebo, Fuente del Enebrillo, La Lomilla de En medio, Gozllino Oscuro, Lomilla de la Taza, Picón Negro, Hoyo de los Arros, Filo de la Mata del Acebo, Boca de los Callejones = Antes de volcar a la Cañada Trabino, El Trabino, Los Praos del Trabino, La Losa, El Pocico = antes de llegar al Aguilón del Loco, La Peguerilla = Filo o raspa entre las dos cañadas, Cueva del Soldado = a la derecha del filo.   


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